El Gobierno de Bolivia ha triplicado el precio del diésel para el sector productivo, pasando de 3,72 a 11,50 bolivianos por litro. Esta medida responde a la falta de recursos para importar combustibles sin subsidio y afectará a la economía del país, especialmente al sector agropecuario.

Este martes, el Gobierno boliviano anunció que comenzará a vender diésel a 11,50 bolivianos el litro a los productores, lo que representa un aumento significativo respecto al precio actual de 3,72 bolivianos. Esta decisión marca un cambio en la política de subsidios a los combustibles que ha prevalecido por más de 20 años en Bolivia.
El Gobierno explicó que no tiene los recursos necesarios para seguir subsidiando el combustible debido a la falta de divisas. Actualmente, Bolivia destina más de 3.000 millones de dólares anuales a subsidios para el diésel y la gasolina, productos que se importan a precios internacionales y se venden a precios muy por debajo de su costo real. La escasez de carburantes ha generado largas filas en los surtidores de gasolina y diésel en todo el país.
El sector agropecuario, que enfrenta una crisis por la falta de diésel para la cosecha, ha sido uno de los más afectados. Se estima que los productores necesitarán entre 30 y 40 millones de litros de diésel en los próximos meses para cosechar y transportar productos. Para paliar esta situación, el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, indicó que YPFB comprará combustibles a través de activos virtuales para abastecer a los sectores productivos sin subsidio.
Además, el ministro destacó que la falta de aprobación de créditos externos por parte de la Asamblea Legislativa ha complicado la obtención de las divisas necesarias para importar el combustible, lo que agrava la situación económica del país.