Mientras el transporte del eje troncal decidió no sumarse al paro convocado por la Confederación de Choferes, Sucre amaneció con más de 80 puntos de bloqueo por la escasez de combustible.

El paro nacional de 24 horas convocado por la Confederación de Choferes de Bolivia en protesta por la escasez de combustibles no fue acatado por el transporte público en La Paz, Cochabamba ni Santa Cruz. Sin embargo, en Sucre, la situación fue distinta: el servicio de micros paralizó completamente y bloqueó al menos 80 puntos de la ciudad, según reportó Correo del Sur.
En Santa Cruz, el transporte funciona con normalidad. Choferes de micros afirmaron que su dirigencia regional no instruyó sumarse al paro, argumentando que una medida así agravaría su situación económica. No obstante, anunciaron vigilias en instalaciones de YPFB como señal de protesta.
En La Paz, el servicio se mantiene activo aunque con menos vehículos debido a las largas filas en las estaciones de servicio. En Cochabamba también se trabaja con normalidad, aunque persisten los bloqueos en sectores evistas del Valle Alto y en la carretera hacia Santa Cruz.
La situación más crítica se vive en Sucre, donde el transporte urbano paralizó actividades y protagoniza bloqueos en múltiples zonas. A esto se sumó el cierre de la carretera Sucre-Potosí, a la altura del puente Méndez, por parte de comunarios de Poco Poco, Millares y Otuyo.
Roger Carvajal, ejecutivo del Sindicato de Micros San Cristóbal, denunció que el sector apenas pudo trabajar con regularidad 15 de los 31 días de mayo. “La situación empeora cada día. Antes las familias cenaban, ahora apenas engañan al estómago con un té”, declaró.
El sector exige al Gobierno una solución urgente al problema de abastecimiento, que les obliga a pasar horas en colas para cargar combustible, afectando gravemente sus ingresos.